LA SONRISA DEL VIENTO
- Guillermina Carreño y Vero Salazar-
REFLEXIONES I
Guillermina Carreño Arreguín
PERMISO
Con
la anuencia del Dios Apolo
Mis
versos hoy cantan para ti.
LUNA LLENA
El
reflejo de la luna le canta al mar
Su
luz con manos de mago lo mueve,
Lo
agita.
Suben
las olas
Y
dejan caer diamantes.
PUESTA
DE SOL
El
sol atesora al mar
en
cada ocaso se dibujan
los destellos de colores
Para
vestir al atardecer.
OFRENDA
El
encanto entre mar y sol
en
la cuesta se detiene
hace
brillar las olas
para
regalarle a la tarde
un
adorno de colores.
DE
PASO
Una
ráfaga de viento
pasó
por mi corazón
se
llevó el poco amor
que
habitaba en mi pecho.
NO
HAY CURA
Sin
remedio
El
mundo se llena de telarañas
con
la mancha del letargo
La
fe se ahoga y nos deja
a
merced del cruel vacío.
DEDICATORIA
A
mis noches de insomnio.
A
mis días de soledad
Dedico
este clamor de silencio.
AIDÉ
Estrella
que ilumina con los ojos del alma,
invidente
que ofrece rayos de su corazón
Con
su canto nacido de las Ninfas.
HABLAS
Tus
palabras hieren mis sentidos
cuando
escucho tu voz
sentenciar
mi destino.
CONTIGO
Cada
lluvia que se aleja
lleva
mi corazón aferrado a tu ser
hacia
el ocaso de mi primavera.
RECOGIMIENTO
En
el atrio de la Iglesia
se
abrigan los suspiros, los sueños,
las
horas, las estrellas, la luna, la noche
y al
ritmo de sus campanas
se
despierta el agotado silencio.
ENREDADERA
Hablo,
sonrío con la florecida hiedra
mientras
enreda su tallo
en
el cansado naranjo.
COMO
LA VIDA
Los
Cardos ruedan con el viento
Las
almas pisan la arena
Pasan,
se despiden, viajan en silencio.
EN
LA TIERRA
Sepulté
los sueños
a un
lado de los sentimientos
se
hundieron entre lágrimas
con
el encanecido silencio.
ASÍ
ES
Los
cardos ruedan en el desierto
como
nuestros pasos por la vereda
A
los cardos los dirige el aire
Y
nuestros pasos van al viento.
CURIOSIDAD
Surco
la tierra con el arado del anciano tiempo
para
sembrar la semilla que llevo en mi boca
y
cuando surja esa sabia planta
sabré
dónde se guardan los pensamientos.
EN
MÍ
Con
cada gota que la lluvia guarda
en
mi corazón se forma un río
ahí
lavo mis recuerdos, baño mis anhelos.
remojo
mis horas y también, mi soledad
AMIGO
La
sonrisa del viento llena mi espíritu
Hoy
trajo de un callejero remolino
un
granito de arena
para
acariciar mi piel
y se
aleja en una gota cristalina
atado
al silencio del árido desierto.
REFLEXIONES II
Guillermina Carreño Arreguín
RIMA
La
coma de tu letrado verso
se
quedó en la flora de mi vientre;
ahora,
digo coma
cuando
me sirven un platillo diferente.
DIOSES
El
hijo de Zeus
viene
desde Lipari.
Entona
entre las ramas
y
duerme en mi jardín.
LUZ
DE LUNA
Soy
un simple animal enamorado,
metido
en el corazón de la noche
y me
encorva el reflejo de la luna.
TESTIMONIO
Tengo
la espuma entre mis manos
he
podido aprisionar al mar
y,
sin embargo,
aún
no encuentro la gota que pueda saciar mi sed.
CANTO
El
mar se une a la roca
su
mechón encanecido,
encierra
un mensaje en cada concha
y lo
narra a los oídos.
¿Lo
escuchas?
INSACIABLE
No
es esta hebra
el
hilo con que la araña
teje
sus redes,
sino
la punta de la malla
que
despierta su apetito.
LÁGRIMA
De
qué color es tu marca
cuando
desgarra tan profundo,
su
filo, aún recorre mi piel.
La
mía es transparente
por
la gota que guardan mis pupilas.
NOVEDAD
Los
pasos de las sombras se tensaron.
Los
vampiros vuelven
para
ser entrevistados.
HUMEDAD
El
manto de la Luna espera en la playa
para
secar mi piel,
las
olas beben mis pasos
que
se desnudan sobre la arena.
PARA
ATRÁS
La
inmortalidad del cangrejo es ilimitada
cree
ir hacia el Norte y camina para el Sur.
Apunta
mejor tu frente hacia el Oriente
Antes
de llegar al ocaso.
TELAR
Ahora
tejo la tela donde la araña parirá un ovillo
Y
Medusa engendrará en tus hilos una víbora más.
ADELANTO
He
aquí el séptimo credo:
el
tiempo se hizo de arena.
SEMANA
Después
de recorrer siete escalones
los
días descansan,
mientras
la noche
engendra
renacuajos.
DESTINO
Mis
horas están de luto
por
la tarde cavé una fosa
para
que la noche sepulte mi brillo
ASÍ
ES
El polvorón
de la suerte
nos
muestra sus migajas,
La
costumbre ha rebasado al amor.
AGUA
PURA
Con
cada gota que la lluvia deja
en
mi corazón se forma un río,
ahí
lavo mis recuerdos, mis anhelos,
las
horas y también mi soledad.
PROMESA
“La
poesía se labra
al
sacar sangre de una laja
sin
golpear tu frente”.
Así
lo proclamó un erudito.
ES DEMASIADO EL TIEMPO
Vero Salazar G.
Vivo
sin lograr calmar el dolor
de
mi corazón.
Remiendo
el tiempo infinito.
El
sentimiento se hace interminable
me
abraza despacio en esta soledad.
Las
lágrimas ruedan silenciosas, lentas,
se
hace un nudo en mi garganta,
el
dolor se eterniza en un lapso sin límite.
¿Por
qué te diluiste
en
esa mañana sin retorno?
No
lo sé.
Me
siento como un cristal roto
zurcido
por el recuerdo,
solo
existo para verte en la eternidad.
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PERFUME DE SAL
Vero Salazar G.
El
aire me embriaga con ese aroma
que
deja el agua al golpear la playa.
Camino
con la mirada perdida en el horizonte
donde
el mar y el cielo se besan.
Las
olas se enredan en mis pies
me
jalan a la profundidad
en
cada paso que doy sobre la arena.
Sigo
sin rumbo definido.
El
agua refresca el calor agobiante de mis sentidos.
Mi
alma se sacude
se
llena de energía
cuando
me envuelve la vibración del mar,
y
siento mi cuerpo renacer
en
el baño salado que me deja el océano.
Deseo
fundirme en el viento,
volar,
volar como gaviota,
percibir
la vida deslizarse por el tiempo
empapada
de fragancia a sal, aire y sol.
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PEDRO
Vero Salazar G.
La
tarde fue tragada por el crepúsculo,
el
pueblo se pierde en un sueño.
El
desaliento dibuja su rostro
su
esposa y su hijo lo esperan en casa.
Pedro
avanza, lleva a cuestas su dolor
no
vendió su leña, le invade el desaliento
no
sabe cómo decirle a su mujer
no
habrá zapatos para el niño
mucho
menos de comer.
Ahí
va Pedro con su burro
caminando
por la calle de piedra,
con
su dolor a cuestas
y su
sonrisa convertida en gesto.
Deja
el caserío de tenues luces
con
sus ilusiones tiradas al viento.
El
burro va cargado de leña
y de
la tristeza de Pedro.
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VUELO DEL AVE
Vero Salazar G.
Alas
deshechas en el tiempo
un
vuelo sin rumbo
cielo
que me abraza,
ahogándome.
Después
de ti
no
hay nada.
Tempestad
y olvido
asemejan
negros nubarrones.
La
piel resiente, añora,
recuerdos
extasiados.
Así
es mi oscuro destino
como
ave errante sin nido.
En
el horizonte,
divaga
la vista
mirando
el vuelo del ave
y su
resplandor
al
canto del sol.
Fascinada
sentir el viento
cual
suave caricia errante
cuando
se extingue el día.
Vuelo
con las alas fragmentadas
huyendo
de un cielo sombrío.
*Textos publicados en El Sol del Bajío, Celaya, Gto. Domingo 3 de julio de 2018.
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