miércoles, 16 de febrero de 2022

EL ARTE NO TIENE FRONTERAS



EL ARTE NO TIENE FRONTERAS

Por Verónica Salazar García

Tiempo atrás quedé fascinada con la imagen de una pintura que es una flor, pero también es el rostro de una mujer y no podía discernir si era flor o era rostro.  Pensé sobre la gran sensibilidad del autor, su inteligencia y el talento de sus manos. Nunca imaginé que en otro punto de este planeta, Sylvia Fabiola, una mujer sensible, políglota y a quién le encanta el arte en todas sus modalidades, tendría la misma experiencia.

            Desde los dieciocho años escribe, gusto que comparte con el yoga y el baile. También le encanta la naturaleza y se regocija con las caminatas por el bosque en compañía de sus hermanos y amigos sin importar las temperaturas bajo cero del clima Alemán. Sylvia es una mujer sencilla, le encanta la escritura o contemplar por horas una obra de arte, lo que la hace inmensamente feliz.


            Al conocer la obra del Maestro Octavio Ocampo, quedó deslumbrada con su arte y forma de pintar. Lo que la motivó a conocerlo más y aunque no lo ha podido ver en persona; sí lo ha conocido a través de llamadas telefónicas, por whatsapp y por correo electrónico. Los une una bella amistad desde hace cuatro años en que su comunicación ha sido constante.

            Para Sylvia fue un gran impacto conocer las pinturas del Maestro Ocampo y siendo una mujer sensible, no dudó ni un minuto en plasmar en letras el sentimiento que le provocó los cuadros del Pintor. Y así, absorbiendo con la mirada cada obra de arte, fue naciendo en Sylvia Fabiola la necesidad de inmortalizar los sentimientos que le provocaron. Al ser una gran poeta con obras ya publicadas se dio a la tarea de plasmar en tinta y papel lo que cada pintura le hacía sentir.


            Sylvia logra su cometido y en el libro El Arte de la Metamorfosis, consigue de tal manera dibujar con palabras las pinturas del Maestro Octavio Ocampo que, al observarlas  y leer los poemas y textos tal parece que lo hicieron al unísono. Es tal su armonización que si no es porque ellos lo dicen no se creería que hasta ese momento no se conocían los autores. Por tal motivo es imperdible leer el poemario de Sylvia Fabiola y disfrutar de sus letras amalgamadas con las pinturas del Maestro Ocampo.


Verónica Salazar García, nacida en Angangueo, Michoacán y radicada desde hace 22 años en Celaya Guanajuato. Integrante del Taller Literario Diezmo de Palabras. Ha participado en antologías en diferentes países, en lecturas y como juez de concursos. Ha sido publicada en el periódico regional El Sol del Bajío y en  revistas literarias. Participante del grupo Tertulias Literarias. En 2016 fue publicada en Voces de Laja, poesía y narrativa. En 2018 participó en la antología Umbral, muestra de escritores celayenses y en 2019 fue publicada en La Risa, remedio casero infalible, de Editorial Los Otros Libros. En 2021 publicó su poemario El tiempo eterno de un instante.


lunes, 7 de febrero de 2022

LA SINCRONICIDAD EN LA PERSPECTIVA DEL ARTE

 


LA SINCRONICIDAD EN LA PERSPECTIVA DEL ARTE

Diana Alejandra Aboytes Martínez

Sin fronteras ni barrera de idioma, la conexión que surge a través del arte hasta conmover y a su vez, mover  hasta la provocación de crear versos y reflexiones en pos de una serie de pinturas del reconocido pintor celayense, Octavio Ocampo. Es a lo que la escritora se vio expuesta después de la vorágine visual en el recorrido por cada una de las obras.

            Es sorprendente cómo se desenvuelve la palabra en comunión con la pintura, similar a una entrega, a un hacerse el amor… Como si ambas –obra y verso- hubiesen nacido para cohabitarse. Y después de un apareamiento artístico naciera, El arte de la metamorfosis. Libro con el que los dos artistas, en la forma, color y metáforas, dan muestra por separado de su talento.

            La publicación es un bocadillo sutil, con el que se sacian las apetencias por la pintura y la poesía. Podría decirse que es un alimento integral, de vasta nutrición artística para despertar los sentidos y así darse el gusto por el placer que otorga.

            Dar inicio con la pintura titulada, Conjunción de mariposas, acompañada de la poesía, Morfología de una mirada, parece ser muy afortunado. Porque al abrir el libro, las palabras revolotean y se posan en cada una de las obras, germina la palabra y las metáforas florecen. Entonces cada página es una constante primavera. 

            Para los de insuficiencia imaginaria, leerlo no representa ningún reto, la escritora Sylvia Fabiola tiene el arte de llevarlos hasta la cima y desde ahí obsequiarles un bello panorama textual. Ahora bien, para los de imaginación sustanciosa, ofrece una experiencia inmersiva, multisensorial. Finalmente, los lectores agradecerán la calidad de su adquisición.

            Es notorio el trabajo en conjunto por el acompañamiento que, vía remota tuvo la escritora con el maestro Octavio Ocampo, porque ambos al redescubrirse dentro del arte, permitieron observar al ser humano dentro de su mística. Es así que la poeta pintó con las mejores palabras lo que observó en cada una de las obras, contemplando también al mítico hombre que es el maestro Ocampo. Esto lo demuestra en cada poema y reflexión que propone en estas 145 páginas que contiene el libro.

            Es de admirarse y agradecerse que, Sylvia Fabiola, siendo de origen alemán, haya escrito este libro totalmente en español y se haga acompañar de la obra pictórica de uno de nuestros orgullos celayenses, el artista Octavio Ocampo.

            Me parece imprescindible invitarles a dejarse llevar, abandonarse a sus sentidos en el deleite entre lo que observen y lean. Las consecuencias solo serán al concluir las páginas y el hambre de querer más sea inminente.

 

                               Diana Alejandra Aboytes Martínez

                                           Escritora y poeta.

                                Celaya, Guanajuato. México. 2022 

 

Diana Alejandra Aboytes Martínez. Originaria de la ciudad de Celaya. Narradora y poeta. Desde 2011 miembro activo del Taller Literario Diezmo de Palabras. Ha participado en concursos literarios nacionales e internacionales.

http://diezmodepalabras.com/dianaalejandra.html

https://www.sylvia-fuehrer.de/buech6/pedidos/

 

VENTANAS ABIERTAS A MUNDOS LUMINOSOS

 


VENTANAS ABIERTAS A MUNDOS LUMINOSOS

Patricia Ruiz Hernández

El arte de la metamorfosis, de la escritora alemana Sylvia Fabiola, es un libro en el que la imagen y la palabra hacen amalgama.  Presenciamos la comunión de dos de las bellas artes: la pintura y la literatura. De acuerdo a su prólogo, escrito por el pintor Octavio Ocampo: “el arte metamórfico es un juego óptico. Cada espectador percibe las metamorfosis de los cuadros de forma individual”. La obra pictórica del maestro Ocampo la conforman elementos de la cultura contemporánea y de la naturaleza. En la selección de este libro predominan flores, mariposas, aves, perros, cactus y seres angelicales. La autora toma los cuadros como punto de partida para construir poemas y relatos en idioma español, lengua que domina, en los que vierte su cosmovisión.

Su manera de percibir el Universo tiene una dimensión espiritual. Construye mundos fantásticos en los que imperan los pasajes oníricos entrelazados con la realidad. Los sueños metamórficos, como los llama, son inspiradores y benéficos, Hay seres colmados de luz interior como Alicia, una joven enamorada o Alessio y Clara. Encontramos amantes cálidos que arropan al ser querido. Algunos personajes se plantean si acaso su existencia es el sueño de un soñador.  

De sus páginas emergen protagonistas como si una deidad les hubiese dotado de consciencia, tal como lo señala en el relato Carrera del caracol: “Comprendí que mi percepción se había abierto hacia otro mundo, había entrado en otra dimensión: la del artista que me creó.”  Al igual que el poema relacionado a el perro y la rosa: “logra asomarse del marco que los rodea y su hocico olfatea ¡acrílico y acuarela!”  


 Hay cuentos inspirados de la unión de varios cuadros, es el caso de ardillas en el árbol, donde integra los elementos para confeccionar una historia en la que presenta la lucha entre la luz y la obscuridad, aquí participan “los buenos espíritus del cielo y de la tierra, los animales y los humanos”. Del cuadro el bien y el mal surge el cuento de la redención de un ángel caído. Después, la escritora expone su particular visión de la raza humana: “en el futuro, el mundo podrá ser un paraíso. Sólo necesitan cooperar todos con amor.”

Así mismo, sugiere al espectador contemplar las imágenes con propósito lúdico y liberar la imaginación. En este juego, la obra pictórica no es sólo para ser admirada con sentido estético, se convierte en la oportunidad de expresar lo que dice la voz interna del observador. En esta dinámica se podrán observar los detalles de cada cuadro, después modificar la distancia o ángulo de visión. Equivale a enfocar tanto el árbol como el bosque. Descubrimos que los pensamientos y sentimientos pueden ser estimulados por asociaciones visuales.  

En el arte de la metamorfosis encontré conexión con el libro El hombre ilustrado, de Ray Bradbury. El personaje es un vagabundo que tiene el cuerpo cubierto de tatuajes. Las ilustraciones cuentan historias variopintas.  Así lo expresa el narrador: “Eran como ventanas abiertas a mundos luminosos. Aquí, reunidas en un muro, estaban las más hermosas escenas del universo. Las pinturas se mueven. Las imágenes cambian”. De manera que, en ambas obras se da una forma creativa de asomarse a microuniversos y con ello desplegar el arte narrativo y poético.    

El libro será valorado por quien disfruta cualquier forma de expresión artística, en especial para aquellos con gran sensibilidad. Fue escrito con una riqueza de lenguaje que toca el intelecto y el corazón. Es una lectura que se aprecia.  

 

Patricia Ruiz Hernández

Integrante del Taller Diezmo de Palabras

Celaya, Guanajuato, México

 Enero 2022


Patricia Ruiz Hernández es originaria de la ciudad de Celaya. Tiene estudios en Administración de Empresas, profesión con que se desempeñó en el sector educativo. De manera paralela gusta de la literatura y es miembro del taller literario Diezmo de Palabras desde 2014. Su carrera literaria la inició con la composición de Calaveras literarias, después redacta cuentos, en su mayoría del género fantástico y microrrelatos.

http://diezmodepalabras.com/patricia-ruiz.html

 

martes, 1 de febrero de 2022

Réquiem para una pasión

 


Réquiem para una pasión

 

Prólogo

El amor es lo más enigmático y lo más cotidiano. Está al alcance de todos y al mismo tiempo sólo muy pocos  logran conocerlo bien. Es una quimera tanto como una realidad, ofrece pues, un doble rostro, cuyo  desciframiento ha ocupado a la literatura desde sus remotos inicios, hasta nuestros días, a tal grado que por sí mismo el amor es un género literario de varias vertientes o facetas. Como lo expone con bellas y sorprendentes licencias literarias, la joven poeta Lupita García Cabello, en este su primer poemario. Ella nos habla aquí de lo que le preocupa y ocupa del amor y la poesía, con un registro temático muy definido y bajo la sombra e influencia de Federico García Lorca y sus poemas universales y vigentes. Y aborda con pasión, gracia y madurez, no obstante su juventud, las varias vertientes del amor, rozando constantemente el amor platónico, que traspasa fronteras y épocas y planos existenciales. Desde estos, sus primeros poemas, Lupita nos sorprende por la audacia de sus imágenes y su fuerza poética, y la inspiración y aspiración encarnada únicamente en las y los que portan la pluma de las y los elegidos, como es el caso de Lupita García Cabello.

Rafael Aguilera Mendoza

 

 


Réquiem para una pasión

 

Con el cuero pegado a sus calientes hábitos

de día y de noche parlan sermones beatos;

oratoria fufurufa

incensada y bendecida

en sus espíritus de pasión célibes,

alabando cual locos sordos

una ficticia y barata inocencia.

Mientras que con esos mismos labios

besan y lamen la vara que les azota

y les mantiene con el corazón hecho harapos.

Mas, a mí solo por mirarte me lapidan y me escupen.

 

¿No son éstos ya suficientes para que se sume usted, terrible Herodías?

Con el alma oscura sedienta de sangres

y en cuya lengua el diablo se columpia

¡Usted, la homicida desde siempre!

 

¡Oh, amor! ¡Mira y escucha ya!

Que por amarte seré el bautista decapitado.

Ven. Dame tu alma como limosna

¿No soy todavía demasiado miserable a tus ojos?

Si no me das pues ti amor, ¿qué me quedará?

¿Qué le pelearé a la muerte?

Tan solo la tristeza perra y perpetua

que es gusano que carcome sin fin;

tan solo mi deseo castrado y nulo

refundido en el desquiciante rugir

del infierno de mi pecho

Tan solo mi sacrilegio de amarte

a placer y voluntad.

 



 

La poeta quiere alegrar a su amor

 

¿Por qué estarán llamando a mi alma

Todas las voces de tu herida?

¡Oh, ten piedad de mí

Y serena tu hermosura!

Ven y dame tus flores

Para sanar mi quemadura.

 

Si la luna tiene por entraña tu risa,

Y en tu nombre principia mi vida;

Si la tarde moribunda de bronces,

Tiene por último capricho

El melifluo de tu voz viva,

Fina corona de gloria

Para mi rosa herida,

¿Por qué sufres tanto, dulce bien mío?

 

Si los mares gimen por ser prisioneros

De tu metáfora eterna de cielo;

Si la flor bebida de sol

Hace de ti su Carmelo;

Si mi corazón traspasado por tu espina,

Guardará siempre su anhelo

En el trágico botón de tu astío

¿Por qué sin tregua tú sufres, amor mío y todo mío?

Mira, en tus ojos quiero cuna y sepulcro.

Perdido está el cielo en ti

Y no quiere encontrarse jamás.

 

 


 

El consagrado infiel

 

Silencio de rosa y mirto,

Alta carcajada de los cristales

desposados por los luceros.

Las calles se embriagan

del rumoreo que nos insulta;

te escondes de mí y me quieres.

 

No vas a decir, por hombre,

las cosas que nos dijimos.

Cuando tu lumbre fue mía,

cuando mi hielo fue tuyo.

Pecando a semejanza nuestra,

Se encendió la vela,

se cerró la puerta.

 

¡Ay, qué jazmines de deseo!

¡Qué magnolia de candente fantasía!

donde nuestros cuerpos deshojaron la razón.

¡Ay qué luna sin luz de plata,

escoltada por cien versos

la vergüenza la desgarra!

 

Con tiernas murmuraciones y las bellezas prohibidas

me llevaste hasta tu cama,

y se abrieron ante mí, las glorias desconocidas.

¡Ay qué dicha manchada de culpa!

¡Qué espinas!

 ¡Qué lunas vestidas de luto

sobre el mantel de la misa!

donde derraman sus vinos

los labios de los narcisos.

 

Sucio de besos y culpas

Me sales por todos caminos,

y hasta de mí te burlas

sonriéndome en los rosales,

y en el ocaso de sangres

peinado de lirios finos.

Con llantos de mil guitarras

yo te llevaba al río,

y quise enamorarme

sabiendo que eras prohibido.

A la memoria de Herminio Martínez

      Herminio Martínez, maestro, guía, luz, manantial, amigo entrañable y forjador de lectores y aspirantes a escritores. Bajo sus enseñanz...