TODO LO EMPAÑA EL TIEMPO
IN
MEMORIAM
Raúl
Bravo
(para
José Emilio Pacheco)
Empecinado
en
ver brotar el agua
en
el desierto
y en
preguntar al poeta
cómo
pasa el tiempo
ayer
me enteré
cuando
leí la noticia
en
internet
sobre
la muerte de JEP
le
dije a Paulina
que
mi padre
siendo
yo joven
me
regaló
todos
los títulos
en
aquel entonces
editados
por ERA
del
poeta
y
así como Bukowski
solía
pasar
horas
y horas
en
la vieja Biblioteca
Pública
de Los Ángeles
su
hogar
y el
hogar de muchos otros
vagabundos
yo
solía
también
leer
y releer
cada
poema
de
El reposo del fuego
en
la Biblioteca México
de
la Ciudadela
en
donde
ensimismado
con
cada verso
sentía
de
pronto
en
medio de la sala de consulta
que
algo
dentro
de mí
crecía
y se perdía
a
cada instante
algo
intentaba durar
algo
remoto
soy
y no soy
-como
Heráclito-
aquel
que leyó
por
primera vez:
Todo
lo empaña el tiempo y da al olvido
Los
ojos no resisten
tanta
ferocidad.
La
luz, la luz, su llama
quemando
los perfiles de las cosas
y en
medio tanta muerte, esos tus ojos:
ojos
tuyos, tristísimos, que vieron
lo
que nunca miré;
todo
lo empañan;
todo
es olvido y sombra desenlace.
en aquel entonces
yo
ya me consideraba
un
lector
no
sólo de literatura
también
me interesaba
la
filosofía, la psicología,
el
arte, incluso la historia
pero
si aquellos estantes
me
permitieron descubrir
La
cartuja de Parma de Stendhal,
El
castillo de Kafka,
El
amante de Lady Chatterley,
la
literatura griega, Así hablóZaratustra.
Ein Buch für Alle und
Keinen,
de
Nietzsche, Freud, la generación Beat;
considero
que El diablo en el cuerpo, de Raymond Radiguet
me
llegaba más que El impostor de Coucteau;
La
cuenta de los Abalorios de Herman Hesse
en
lugar de El lobo estepario;
Los
hermanos Karamazov y Crimen y castigo,
de
Dostoievski; El extranjero de Camus;
Flaubert,
Balzac, Mauppasant,
La
muerte en Venecia de Thomas Mann
la
crucifixión rosa Sexus Nexus Plexus,
y
por qué no,
Farenheit
451 de Ray Bradbury.
no
era muy consciente
de
la necesidad
por
expresar
lo
que en ese momento
pensaba
y sentía
hasta
que
ese
rumor
sobre rumor
del
que habla
JEP
me
permitió
toda
la noche
ver
crecer el fuego
así
antes
que Paz, Sabines,
Villaurrutia,
López Velarde,
Gorostiza,
Cuesta, E.H.,
y
Pellicer,
entre
tantos otros
en
cada poema
de
este epitafio del fuego
vislumbré
por
primera ocasión
a un
poeta mexicano
al
que esperaba
-por
qué no-
imitar
muestra
de
ello
mi
primer poemario
Quebrantamientos
del
que no poseo
por
cuestiones del destino
actualmente
un
ejemplar solo
en
aquel entonces
vivía
en
casa
de
unos parientes
de
la otra familia de mi padre
especie
de comuna
que
yo confundí
con
el jardín perdido
de
mi infancia
en
esas circunstancias
antes
del íntimo naufragio
las
palabras de JEP
cual
Buda
le
prendieron fuego
a
todo lo que conocía:
visible
e invisible
mientras
el ojo en llamas lo interroga.
Arde
el fuego del odio.
Arde
la usura.
Arde
el dolor.
La
pesadumbre es llama.
Y
una hoguera es la angustia
en
la que arden
todas
las cosas.
Llama.
Arden
las llamas,
mundo
y fuego.
Mira
la
hoja al viento,
tan
triste,
de
la hoguera.
y
aunque reconozco
que
he visitado muchas bibliotecas
a lo
largo de mi vida
al
igual que leído
un
sinnúmero
de libros
todos
los cuales
conforman
mi historia lectora
también
es cierto
que
aquel primer libro
de
poesía
me
permitió
aferrarme
a
esta realidad
que
me tocó vivir
tiene
que ver
con
ese epígrafe
que
utilizó JEP
del
libro de Job 36, 20
que
dice:
No
anheles la noche en que desaparecen
Los
pueblos de su lugar.
y
muy probablemente
las
palabras del poeta
no
sean la cima
de
la literatura española
tal
juicio
proviene
más
de
las aulas
que
del modo
en
que un hombre
vive
lo
único
que
sé
es
que gracias
a mi
buena suerte
esa
poesía estaba
allí
cuando yo era
joven
y buscaba
algo
a lo
que aferrarme
cuando
no parecía
haber
mucho.
y
cuando abrí el
periódico
en
la pantalla
y
leí la noticia
sobre
el fallecimiento
del
viejo poeta querido
no
pude
dejar
de lado
la
otra vieja noticia
sobre
el incendio
de
la amada biblioteca
que
Bukowski
cantó
y la
destrucción
de
la mayor parte de
lo
que en ella había
porque
qué otra
cosa
son los poemas
de
JEP sino
LOS ELEMENTOS DE LA NOCHE
EL REPOSO DEL FUEGO
NO ME PREGUNTES CÓMO PASA EL TIEMPO
IRÁS Y NO VOLVERÁS
ISLAS A LA DERIVA
DESDE ENTONCES
APROXIMACIONES
MIRO LA TIERRA
CIUDAD DE LA MEMORIA
TARDE O TEMPRANO
Con
qué cinismo
con
cuánta desvergüenza o qué locura
después
de todo esto nos ponemos
a
escribir otro poema.
EN
SILENCIO
Lalo Vázquez G.
¿Qué
sientes?
¿Sientes lo mismo que yo?
No, no me respondas,
quédate así en silencio
con tu rostro pegado al mío
déjame disfrutarte
Quiero sentirte
olerte
escuchar tu respiración.
Siente mi mano como yo siento la tuya
no es saludo, es caricia
nuestro abrazo, no es abrazo
es descarga de pasión sin decir nada
Cierra tus ojos
Siénteme
vive el momento,
parece que el mundo se puso en armonía
Las flores, los árboles, los pájaros
Esa
música suave,
el
ambiente de la habitación
Y nosotros parados en este balcón
no, no digas nada
quédate así, en silencio
CALLES
Lalo
Vázquez G.
Camino
ahora por esas calles
cuando
niño frecuentaba
mi
pasada a la escuela
o el
regreso a casa.
Jóvenes
calles en su época también
¿En
qué momento se nos vino el tiempo encima?
Algunas
casas en esas calles siguen igual,
el
tiempo no las cambió.
Otras,
son nuevas y bonitas,
muy
pocas quedan que fueron
compañeras
de mi infancia.
Ellas
me responden con sus grietas en los muros
y
hablan por sus puertas carcomidas
El
tiempo todos los días pasa por aquí,
a
cada una nos marca con la edad y se va,
lentamente.
El
tiempo parece ser
—es
el único—,
que
no envejece
SOBRE
LOS RECUERDOS
Por
Vero Salazar G.
Quedaré
helada en esa tumba
muriendo
a cada instante.
Nadie
llegará a llorar sobre ella.
Las
campanas tocarán
una
canción que rompa el silencio
y se
perciba en la piel.
No
sientan mi ausencia
ni
sufran en los otoños desiertos
donde
el recuerdo no se borra con agua.
Cuelguen
las sonrisas en el viento
para
que las pueda ver.
Así
sabré quién me amó…
y a
quién le fui indiferente.
Sobre
los recuerdos claven una cruz
y
mis cenizas tírenlas al tiempo.
+++++++++++++++++++
AMOR
ENTRE TINIEBLAS
Por
Vero Salazar G.
En
las noches discretas
me
deslizo entre sombras
el
aire no grita, vaga en silencio
por
el llano donde los grillos aguardan
sin
romper la magia del ocaso.
La
luna se asoma y se esconde entre nubes.
Camino
presurosa en la penumbra
me
confundo en las sombras de un tiempo sin límites,
voy
a encontrarme contigo
solo
la oscuridad lo sabe y calla,
entiende
lo que es una pasión clandestina.
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