lunes, 21 de enero de 2019

TRES FORMAS DE ENTENDER EL MUNDO



TRES FORMAS DE ENTENDER EL MUNDO

Juan Miguel Ramírez Casillas nació en Celaya, Guanajuato, a mitad del año, en 1987. Escribe narrativa, poesía y ensayo. Ha sido publicado en revistas, antologías y blogs. Fue becario de la Beca Formativa Efraín Huerta 2018. Ha estudiado y tomado cursos en artes plásticas, literatura, dramaturgia, ciencias y divulgación en diferentes universidades y centros de educación. Su estilo es vanguardista, iconoclasta, libre de ortodoxias y adjetivos. Esta es la primera vez que lo publicamos en nuestro espacio del Diezmo de Palabras.
            Esperanza Julia Ayala Ramírez tiene una larga trayectoria en la poesía. Ha publicado varios libros que ha presentado en distintas ciudades del país. Es vecina de Salamanca, donde por muchos años se distinguió en la carrera magisterial. La maestra escribe con la mano en el corazón. Su poesía tiene un estilo tradicional, con la nostalgia de las experiencias a lo largo de una vida plena.
            Carlos Javier Aguirre Valderrama es médico veterinario zootecnista, con estudios en desarrollo rural y liderazgo, ha recogido a lo largo y ancho de nuestro municipio estas narraciones extraordinarias y las recupera, para beneficio de quienes gustan de las leyendas, en versiones divertidas, con un estilo llano y directo. Vale.



¿EN SERIO QUIERES APRENDER A FUMAR?
Juan Miguel Ramírez Casillas

            —Mira, ven, abrázame, piensa que estamos en la edad media y el éter existe y puedes robarme con un beso la esencia vital, acércate mas, sopla un ligero aliento a mi boca, si así, ahora dime que este hilo sube a tu boca y llega a tu alma, ahora yo trataré de tomarlo. mmm, rico, ahora tú; mmm, rico, ya, ya está, ya sabes fumar.
            —ya aprendí, ahora bájate (sonrisa).
            —la diferencia es que el cigarro se consume para darnos su esencia y nosotros lo hacemos lentamente, como un cigarro (sonrisa).
            —ya, ahora bájate.



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LOS VALORES
Juan Miguel Ramírez Casillas

[...]
                        —¿Qué son los valores?  –preguntó con cara de susto.
                        —la conclusión de los grandes pensadores. de cómo pueden sobrevivir los entes racionales –dije ante la empresaria.
                        —ustedes son cazadores, no gobernantes –le recalqué.
                        —¿pero cómo caza...?
                        —obtienen el mamut puesto –ella intentó preguntar pero me adelant鬖 lo que creció cuando la evolución fue el hemisferio parietal y occipital (como se dice lo de atrás), el hemisferio frontal siempre estuvo ahí. para ver y tomar... decisiones. así que no, no me impresiona tu hemisferio frontal –concluí.
                        —pero tú me paraste diciendo qué bonito hemisferio frontal.
                        —no dije que no fuera hermoso.
                        Me alejé y la chica se quedo con una sonrisa en la cara, yo un suspiro en la boca.



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DECISIONES IMPORTANTES
Juan Miguel Ramírez Casillas

Llegaron y dijeron:
            —¿Cuantos ponemos?
            —cinco es la estabilidad
            —el cuatro es...
            —el cinco permite movimiento, épica, ritmo, conjunto
            —el cuatro es sencillo
            —el cuatro es quietud.
            —¿por qué no un seis?
            —demasiado conflicto
            —pero que sean tres y tres.
            —mejor el siete, solución.
            —seria un nueve
            —el nueve se va volando, además causa neutralidad.
            —uno o dos o tres, poco pero funciona.
            —fuerza, dualidad, y creación, creo que buscamos otra cosa.
y los dos salieron de la tienda y no sé qué iban a pedir.



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UN HÉROE DE SUEÑOS
Juan Miguel Ramírez Casillas

Un héroe que vengue y destruya, deja de ser un héroe.
            Se levantó, confrontando a los días, digo, oponiéndose a despertar y cerró los ojos hasta encontrarle una solución al sueño, se quejó, dialogó, planteó las repercusiones y lo más sencillo fue dejar correr el disco.
            Se vistió, se tomó un café, pensó un rato en cómo hacer que la historia fuera menos… desayunó, salió rumbo al trabajo, se quejó con los amigos de que no puede dormir bien y continuó el día. a la hora de la comida le dio otra vuelta, pero no calmaría la trama así, así que dejó en el plato lo que no le gustó. no pudo comer y continuó, llegó a su casa, podría prender la televisión, pero decidió fumarse un poco el sueño, a ver si con el humo calmaba su ficción. miró el cielo, se dijo que tenía que darles libertad a los otros personajes y cenó, se bañó, miró en el espejo los años, que parecen no pasar pero se notan. se acomodó para volver, a ver si esta ocasión las cosas salen mejor .


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ILUSIONES EN ALFA CENTAURO 14
Juan Miguel Ramírez Casillas

Aún no sé si existen las vacas y ya ando preparando  los quesos.


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ENCONTRADA
Juan Miguel Ramírez Casillas

Las ventanas miran, pero nadie recorre las cortinas, se queda quieta, algunos insectos la acompañan,  y descubre que aún está en el mundo.


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CLASE MAGISTRAL
Juan Miguel Ramírez Casillas

Ella miraba al profesor, yo me la imaginaba desnuda, lo sabía; sus manos, su pelo, las piernas, los labios me llamaban; cuando me miró a los ojos con una sonrisa, lo supe; ella también miraba porno feminista.




ESPERANZA
Esperanza Julia Ayala Ramírez

Siempre hemos necesitado esperar,
a veces contra toda esperanza,
por ella vivimos
 y creemos en la vida.
Para caminar con la carga,
como guía en la oscuridad,
reponernos de la caída,
de la ruina, de la necesidad,
para no abandonarse
a la muerte misma.
Con mucha esperanza,
una nación repara su pérdida,
lentamente cura sus heridas,
de cualquier forma,
¡Humilde y dolorosa!
Así como el tallo del trigo
que rompe el surco,
el pájaro que alimenta a su cría,
el animal herido que se levanta,
reuniendo todas sus fuerzas
y sigue su camino.
El campesino que labra
y siembra el campo arrasado
por la inundación o  el granizo.
Esperanza, te encontramos
en leyendas, en cantos sencillos,
en simples creencias.
Eres la misma siempre,
indestructible, hija del todopoderoso,
inmortal, trascendental, infinita,
reanimas nuestro valor,
¡Enciendes la llama, esperanza!
Del sol que sale cada día,
de la tierra que florece de nuevo,
del ave que hace su nido,
de la madre que sonríe a su hijo.
Alientas el corazón abatido,
en tiempos de desengaño,
recobra  tu valor el desvalido,
seguro está el que tiene valor
de esperar más
y engañarse menos.
La esperanza más sencilla,
está más cerca de la verdad
que la desesperación más razonada.


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LA LUNA SE HA DESPOSADO
Esperanza Julia Ayala Ramírez

Hoy lució en su morada
su fino velo blanco.
Las estrellas como pajes,
vestidas con hermosos trajes.

En medio del firmamento
lució una linda sonrisa,
fue un día especial,
una boda a toda prisa.

Su brillo es más intenso,
a todos ha cautivado
su manto la cubre toda,
hoy se ha desposado.

Al gran banquete cósmico
todos han asistido,
rodeada por mil estrellas
que le miran su vestido.

Festejó su casamiento
con su amado el astro rey.
En el día el sol saldrá,
ella  no estará con él.

Así en ese amor eterno
noche y día se mirarán
y tomados de la mano,
en el universo danzarán.




LA LUPE
Carlos Javier Aguirre Valderrama

En la primavera del año 1915, en la antigua Presidencia Municipal de Celaya, el Cabo de  guardias municipales, Epifanio Vázquez, era el encargado de que la gente tomara el agua que necesitara del pozo artesanal, que se construyó en 1869 y estaba ubicado dentro del patio del edificio. Para que la gente se surtiera de agua, las gestiones con el alcalde las hizo el señor González, esposo de doña Emeteria Valencia.
            La Lupe llegaba a la presidencia todas las tardes con un vestido muy provocativo y se dirigía directamente al cuarto donde descansaba el Cabo. Ya muy de mañana salía corriendo.
            Cuando llegaron las tropas de Villa, se instalaron en las afueras de la ciudad y pasó un largo tiempo en que Lupe dejó de hacer la visita acostumbrada.
            Un día el cabo recibió una carta de una Guadalupe del Sagrado Corazón  Martínez, donde le pedía que la visitara en el hospital. Epifanio se presentó en el hospital. Una enfermera le señaló el cuarto donde estaba Lupe, que tenía un letrero de aislamiento por sífilis. Al Cabo se le doblaron las piernas. Se dio valor y entró al cuarto, donde distinguió a la mujer hecha un esqueleto.
            —Lupe, soy yo.
            —Qué bueno que viniste, porque el diablo me estaba haciendo compañía ý tengo que confesarte, antes de morir, que un día que salí de la Presidencia un grupo de villistas me secuestró y fui violada por toda la tropa durante varios días.  Creo que he matado a más villistas que tú con esta enfermedad.






*Textos publicados en El Sol del Bajío, Celaya, Gto.

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