viernes, 2 de agosto de 2019

LIBRERIA LIBELLI Y EL TALLER DIEZMO DE PALABRAS



SINCRONICIDAD

El Taller Literario Diezmo de Palabras, fundado por el poeta y escritor Herminio Martínez, desde hace más de 28 años, sesiona cada semana sin interrupción. Hemos construido una plataforma sólida para que aspirantes, escritores en ciernes o diletantes puedan apoyarse en la experiencia de narradores y poetas con trayectoria, así como de correctores de estilo, expertos en gramática y compañeros de letras de todas las edades.
            Actualmente sesionamos todos los miércoles en un pequeño salón dentro de la Casa del Diezmo y es el único taller abierto a todo el público de manera gratuita. Tenemos registrados más de 100 compañeros, de los cuales cada semana acude un promedio de 24 participantes y cada mes se incorporan más personas.
            Todos los domingos, durante más de 20 años, con el apoyo del diario El Sol del Bajío, publicamos una página completa del Diezmo de Palabras donde dimos espacio y difusión a los compañeros del taller y otros participantes de Celaya y la región, el diario tenía un tiraje dominical de 10,000 ejemplares. Fueron 52 publicaciones al año que no se repitieron.
            Estos textos dominicales se publicaron en su mayoría a través de un este blog en internet (Diezmo de Palabras) desde el año 2009, con un promedio anual de 80,000 lecturas. Los usuarios son de varias partes del mundo.
            En la red social Facebook, tenemos también un grupo del Diezmo de Palabras donde participan activamente más de 650 personas de México y otros países.
            Somos uno de los talleres literarios más antiguos en Guanajuato y en el país. En el 2017 fuimos incorporados a la Enciclopedia de la Literatura en México.


            En el marco de las Tertulias Literarias, organizadas por José Luis Vela, en el estado de Guanajuato y Verónica Salazar en el municipio de Celaya, tuve la oportunidad de platicar con el admirable poeta Baudelio Camarillo y surgió en la conversación el tema de la sincronicidad. Incluso quedamos en extendernos más ampliamente en otra ocasión. ¿A qué viene esto?

            Al maestro Jorge Gordillo, director de la librería Libelli, en Celaya, Guanajuato, lo conocí personalmente hace más de veinticinco años a través del artista plástico César Salcedo Ojeda. El tema de la conversación fue sobre el diseño de imagen corporativa, una materia que en Celaya apenas se conocía muy. El maestro, muy generoso, me regaló un libro de Joao Costa,  Imagen Corporativa Global.  Casi veinte años después, este mismo libro fue uno de los que me sirvió de consulta para impartir la cátedra de Introducción al Diseño en la Licenciatura en Artes Visuales en el Instituto Allende, de San Miguel de Allende, extensión de la Universidad de Guanajuato. Este Instituto fue fundado circa 1937 debido, en parte, a la visión de José Vasconcelos y el maestro Alfonso Reyes.
            El taller literario Diezmo de Palabras recibió su nombre debido a que, en alguna etapa de su historia sesionó en la Casa del Diezmo cuando era dirigida por la maestra Beatriz Acevedo Buchanan, pero antes de esta etapa llegó a sesionar en la librería del profesor Gordillo, El Tercer Milenio, hoy Libelli. Nuestro maestro fundador, el escritor y Cronista de la ciudad, Herminio Martínez, fue un gran amigo del profesor Gordillo. Uno de los autores favoritos de Herminio, era el escritor y poeta Alfonso Reyes.
            Cuando la librería El Tercer Milenio se extendió hacia otra ubicación en la ciudad de Celaya, alrededor de 1999, se convirtió en el lugar favorito de mi hija de 12 años y fue precisamente la hija del profesor Gordillo –gerente de la librería- quien la encausó para iniciar su extensa colección de libros, al principio infantiles, que ella le recomendaba. Fue ella quien nos encaminó a buscar el taller del maestro Herminio Martínez, debido a los intereses literarios de mi hija y también los míos. Así llegamos al Diezmo de Palabras que ya sesionaba en la Casa de la Cultura de Celaya. El maestro Herminio nos recibió con los brazos abiertos.


            En el 2004, por selección del maestro Herminio, mi hija y yo fuimos publicados junto con otros autores del taller en el libro El Cuarto del Escriba, literatura fantástica, a través de la Universidad de Guanajuato. Mi hija tenía entonces apenas 17 años. Tiempo después fue becaria del programa cultural Jóvenes Creadores con su novela El Valle de la Nada. Hoy en día mi hija se dedica a la vocación que emprendió desde niña, libros y comics de colección. Y yo, soy actualmente el coordinador del Diezmo de Palabras desde 2014. Sustituí al maestro Herminio Martínez desde poco antes de su lamentable fallecimiento. Me han publicado en varios libros y he recibido algunos premios de literatura, además de tener el honor de ser uno de los promotores fundadores de los talleres de escritura creativa para niños, a través de la red de bibliotecas públicas del estado de Guanajuato.
            Cuando en 2009 obtuve mi primer premio de literatura infantil con el libro Cuentos Pequeños, Grandes Sustos y lo llevé de obsequio al profesor Gordillo. Me animó a traer ejemplares para su venta.
            En días anteriores, en la sesión del taller el Diezmo de Palabras, retornó un compañero, Fermín Olalde, quien hace dos años nos acompañó en las sesiones para tallerear con nosotros una novela muy interesante sobre un “reparador de escudos”. En aquellas sesiones, como es lo acostumbrado, le hicimos observaciones a su texto. Asistió por algunos meses y después ya no supimos más de él. Y ahora regresó con su novela ya publicada y nos reveló que fue precisamente el profesor Gordillo quien hace dos años lo animó a buscar al taller literario para mejorar su texto.
            Cuando nuestro compañero de letras, Arturo Grimaldo, inició el proyecto de tener un stand permanente dentro de las librerías Libelli, el profesor Jorge Gordillo le sugirió que buscara también a un autor celayense que recién publicó su novela ¡El Reparador de Escudos!
            Hoy, casi 30 años después de que el taller Diezmo de Palabras sesionara en la librería del profesor Gordillo, él nos abre de nuevo las puertas gracias a la iniciativa de los compañeros del taller, Arturo Grimaldo y Soco Uribe, quienes organizaron este proyecto: un espacio permanente para la difusión y promoción de la obra literaria de los escritores de Celaya y la región.



            La sincronicidad de que hablaba Jung, «Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar» es, en efecto, un hecho universal. El Diezmo de Palabras sigue por la ruta correcta. Vale.
Julio Edgar Méndez
Coordinador del Taller Literario Diezmo de Palabras

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