COMPENDIO DE OTRAS TIERRAS
El
Taller de Lectura, Creación Literaria y Experimentación Teatral CoInspiración,
somos un grupo de conspiradores en la Cuna de la Independencia Nacional. Un
colectivo independiente con existencia de más de diez años, que nos hemos
anexado a las actividades de la Casa de la Cultura municipal. Uno de los
objetivos es crear literatura y utilizarla como una lucha continua en la
existencia. Las armas son las letras; los enemigos son la ignorancia, el
analfabetismo; los aliados son todo tipo de expresión artística y científica.
La meta es en parte la felicidad, la sabiduría, la libertad, escribimos para
ser libres y liberar.
En
este pequeño compendio presentamos algunas obras que en el transcurrir del
taller hemos construido. Porque la existencia tiene que ver con las palabras,
lo que se nombra existe y las grafías que se presentan a continuación son una
forma con la cual damos cuenta de nuestra vida.
Queremos
agradecer el espacio al Taller Literario “Diezmo de Palabras” y a su
coordinador Julio Edgar Méndez. A Martín Campa Martínez por estar al pendiente
de las letras y los escritores que habitamos en otros rumbos.
Gracias,
pues, y disfruten con esta pequeña muestra de CoInspiración.
Abisaí
Guerra Brito
++++++++++++++++++++++++++++++
LOS
DASEIN
Abisaí
Guerra Brito
Los
poetas son leprosos
que
dejan su piel plasmada en tinta,
son
los que se vanaglorian
de
hacer el amor a versos.
Son
los arrojados a este mundo,
con
un trayecto ignoto
los
que terminan viéndose al espejo
y
reconociéndose como dioses creadores,
saben
que han bajado del Olimpo.
Esos
juglares ilusos,
que
en lugar de complacer
sus
bajos instintos con las musas,
las
convierten en estrofas
con
rima, música y simetría.
Los
rapsodas son los que no se enamoran
porque,
saben, asesinan de amor,
a
nombre del amor, a costa del amor,
por
aquel pacto que hacen con la luna (humanizar al astro)
destinados,
obligados a morir de poesía.
El
coplista sabe que la poesía
es
filosofía hecha música
y en
lugar de respirar
piensan,
dudan y reflexionan.
Son
los versificadores
los
que creen que la poesía
tiene
utilidad y se sirven de ella
para
alejarse de la estupidez humana,
aunque
sea por unos momentos.
Esos
seres extraños al mundo,
extraños
al tiempo y a sí mismos
son
los que enferman de ternura,
se
llenan de tumores malignos
de
esos que causan cáncer de corazón.
Los
rimadores son los que tienen
esa
necesidad patológica de leer a otros poetas,
hacer
poemas y ser ellos mismos poesía;
ellos
saben que la turbia noche
engendra
las ideas más tétricas y deleitables
de
la existencia humana.
Esos
psicóticos alterados por exceso de letras,
son
los que, con desesperación de cocainómano,
toman
tinta y papel para desahogar las penas.
Esos
entes son unos heridos
que
sangran letras y palabras,
saben
de primera mano
que
el amor es el más lastimero artificio
creado
por el hombre para su propia destrucción.
Esos
vagabundos acostumbran
a
desnudar su interior y exponen órganos,
desesperanza
e incredulidad.
Eso
les permite erotizar el lenguaje.
Mueren
de tanto planear su suicidio.
RODANDO
Jorge
Humberto De Haro Duarte
El
día irrumpió descarado y encontró el reloj perdido,
inventario
de otros tiempos lentos cargando un rezago.
Se
levantó de la cama, cargó mochila y cepillo
y
sin mirar hacia atrás se puso el disfraz de vago.
Era
su andar tan confuso, perdido como Santiago
apóstol
de los senderos claroscuros de la Hispania.
Se
enreda con el Ensayo Lucidez de Saramago,
mientras,
el mundo agoniza entre inmundicia y patrañas.
La
tierra se revuelca y loca aúlla al oír taladros.
Gritos
demasiado intensos y se ha ausentado el juez.
Hay
noches desquiciadas que son tragos amargos,
ante
el callar divino el sino conduce a la embriaguez.
Dan
las huellas de la vida sentido a la preferencia
no
hay forma de borrar las cicatrices de lo aciago,
aromas
caen de otros mundos desperdigando la esencia
de
lo grato y de disfrute y no de un simple empalago.
Absorto
voltea a todos lados y se pregunta qué hago,
rumbos
de calles deslumbrantes cuyo desliz es suyo.
Un
absurdo andar de aventura lo arroja a Chicago.
Noches
de viento y árboles confeccionan murmullos.
El
paraíso se acerca, le muestra con desenfado
que
el infierno ya pasó, que es hora de hinchar las velas,
de
hallar nuevos horizontes entre los bosques y lagos.
Los
cantos de las sirenas serán líneas paralelas.
Resultaron
siete versos y no seis como recurso.
Buscándole
a la vida al derecho y al revés
emergieron
las ideas que dan pie a este discurso
que
aunque pensado viene, está escrito con los pies.
ALFARERO
Margarito
Martínez Martínez
Alfarero
que hace lustros fuiste gloria en mi Dolores,
¿dónde
estás?, ¿dónde te encuentras?, ¿ a qué lugares te has ido?
tal
vez la ciencia moderna te ha alejado, te ha extinguido.
Esos
hornos de cocción al día de hoy se han derruido,
ya
no cuecen más el barro, no hay en ellos más arcilla,
están
abandonados, los han dejado en el olvido.
Alfarero
que hace lustros, varios lustros, muchos años,
moldeaste
entre tus manos barro negro, roja arcilla,
dando
forma a rojos platos, con greta negra pintados.
Artesano
que hace siglos diste herencia a mi Dolores,
fue
tu arcilla, fue tus manos que dio fama a tu poblado
y
hoy te encuentras olvidado; en tu tumba ya no hay flores.
Hoy
tu torno ya no gira, ya no pintas más el barro,
en
tus hornos destruidos ya no arde más la leña,
ya
se encuentra hecho pedazos, sólo hay polvo y guijarros.
Alfarero
que hace lustros fuiste amado, bien querido,
tu
producto no se vende, tu trabajo ya no existe,
te
han quitado la existencia, te han dejado en el olvido.
Ya
tu nombre se está esfumando en la ciudad de Dolores,
ya
no hay barro entre tus manos, eres viejo, eres anciano,
no
hay monumento en tu nombre, tampoco te hacen honores.
De
ti, ya nadie se acuerda, tu nombre no fue grabado,
la
herencia que dejó HIDALGO, a la ciudad de DOLORES,
se
ha extinguido con el tiempo, fue extinguido y acabado.
HURACÁN
Arturo
Jiménez Olguín
Un
pez seco sobre
la
playa tibia.
No
hay bañistas
en
mondrigo verano.
Tristeza.
El hombre
hoy
no es culpable.
Las
olas descansan
tras
días salvajes.
Poco
a poco la arena
olvida
los vientos.
Más
lejos una radio
despide
al huracán.
Maldita
Wilma.
DE
BLANCO
Martha Eugenia
Martínez Ocampo
Estoy
aquí en este cuarto blanco tratando de mantener mi mente en blanco, como si
fuera tan fácil, ¿a quién se le ocurrió pintar este lugar de blanco?, es una hoja en blanco o un lienzo blanco que
incita a poner algo, como un espacio vacío, como un cheque en blanco, ¡qué
tentación!. Todo aquí es blanco, inmensamente blanco, tanto blanco me da miedo,
cómo quisiera que fuese menos blanco, tan sólo un poco menos blanco.
Yo
de blanco, ellos de blanco, la cama de blanco; blanco incoloro, blanco inodoro,
blanco insípido. El blanco no dice nada, tampoco escucha, ni ve.
¡Cómo
extraño al verde!, al verde limón, al verde pistache, al verde agua, al verde
jade, al esmeralda, al verde bandera, al verde botella, al verde olivo, al
verde pasto, al verde militar, al verde seco, al verde moho que a veces se
confunde con el azul grisáceo. El azul, si tan sólo hubiera una pequeña ventana
que me permitiera ver el azul, el azul celeste, el azul verde, el azul
turquesa, el azul cobalto, el azul rey, el azul marino, el índigo; o si por lo
menos me trajeran flores, rosas o violetas de colores, rosa pastel, palo de
rosa, rosa mexicano, fiusha, lila, moradas; y también me gustaría que colocaran
un cuadro, sería agradable poder admirar en un paisaje el amarillo claro, el
amarillo chabacano, el amarillo pollo, el amarillo huevo, el ocre, el color
oro, el color miel, el castaño, el beige, el color piel, el ámbar, el crema, el
marfil, el color arena, el color hueso, el café claro, el café caca, el café
oscuro, el siena tostado, el color mostaza, el sepia, el caqui, el marrón, el
anaranjado, el color ladrillo, el chedrón, el color mamey, el melón, el salmón,
el color camote, el gris, el color plata, el humo, el plomo, el cobre, el
bronce, el negro, los fosforescentes, el neón, el magenta, el uva, el guinda,
el grosella, el púrpura.
¡Necesito
un color, este blanco me borra del mundo!, ¿de dónde saco un poco de color?,
solamente una gota de rojo bastaría para decorar este recinto, un poco de rojo
como el fuego, de carmín, de rojo quemado, de rojo cinabrio, de rojo vivo, de
rojo escarlata, de rojo sangre. Sí, sí,
rojo sangre, rojo, rojo, rojo; rojo por aquí, rojo por allá, rojo, rojo,
rojo...
...¿En
dónde estoy?, ¿otra vez en el cuarto blanco?, no, este lugar es más blanco,
¿por qué blanco?, ¿por qué blanco?
*Estos textos fueron publicados en El Sol del Bajío, domingo 18 de septiembre de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario