jueves, 7 de noviembre de 2019

LA RISA, REMEDIO CASERO INFALIBLE



LA RISA, REMEDIO CASERO INFALIBLE

Prólogo

Para el ser humano, desde el principio de los tiempos, ha sido inquietante entender qué origina y cuáles son los componentes de esta incomprensible manifestación que denominamos risa, suscitando teorías desde muy variadas ramas del conocimiento. Una entrada del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos dice que reír es “manifestar regocijo mediante determinados movimientos del rostro, acompañados frecuentemente por sacudidas del cuerpo y emisión de peculiares sonidos inarticulados”.
            Lo cierto es que, de igual manera que la literatura, la risa cumple funciones vitales: nos llega como una gratificante liberación momentánea de las limitaciones y restricciones cotidianas; suministra un cauce indirecto, socialmente aceptado, para liberar los deseos reprimidos del inconsciente y reducir la ansiedad; minimiza tensiones y conflictos sociales, y más aún, es un ingrediente principal del sistema de autodefensa.
            El humor ha sido cultivado a través de los siglos como una herramienta política y social. Ya en su Poética, Aristóteles hablaba de la parodia, que los humanistas redescubren con las posibilidades de lo irracional y la ironía. Esta última nos remite al Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, donde Cervantes hace un fino uso de los juegos literarios y las deformaciones idiomáticas. La picaresca discurre entre el hambre, la burla, el engaño y la humillación, un humor cruel y despiadado. El modernismo utiliza una agudeza plena y, entre los escritores hispanoamericanos que cultivan a menudo la risa y el humor –más o menos negro–, la sátira y el ingenio verbal están, por mencionar algunos, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar.
            Pero siempre existe el peligro de tomar en broma lo que es en serio y creer solemne lo que es escarnio. El texto cómico –aquel que persigue provocar la risa o suscitar la sonrisa cómplice– parece ser literatura seria que se toma la vida con jocosidad, pero no a la ligera. Y es que así es, se requiere un remedio casero contra los asuntos cotidianos.
            En la literatura, la risa suele surgir a través de personajes inverosímiles, tipificados (Penitencia, La niña del pujo, La señora López, La llave, La boda de Segundo grado); el narrador omnisciente, que observa a sus criaturas con malicia y frialdad, desde fuera, como si fuesen marionetas (Curiosidad peregrina, Un día inesperado); la suma de incongruencias (El factor QDPC, Delito en la ropa, Cuando vuelva a nacer, Felices los cuatro); lo intelectual frente a lo emotivo (Aprendiz de poeta); la levedad frente a lo pesado (Sopita de caracol, Respeto a la métrica, ¡Bendita memoria!).
            Es así como los autores del Taller Literario Diezmo de Palabras nos participan una sonrisa melancólica y llena de comprensión hacia las flaquezas humanas. Y a través de sus cuentos, la risa se vuelve civilizada, se ennoblece con un transfondo filosófico, ético y estético, y convive con los buenos sentimientos: la ternura, la simpatía cordial, la tolerancia.
Los editores



LA RISA, REMEDIO CASERO INFALIBLE
PRESENTACIÓN

Los 15 autores que conforman esta colección de cuentos pertenecen al Taller literario Diezmo de palabras, fundado por el escritor Herminio Martínez en la ciudad de Celaya a finales de los años setenta, en el siglo pasado.
            La intención de este libro es brindar al lector una muestra del trabajo que se hace en cada sesión del taller. Semana tras semana los asistentes al Diezmo preparan sus textos, narrativa o poesía y comparten su obra con el resto de los compañeros para ser criticada, corregida y mejorada desde distintos puntos de vista. Esto, por supuesto, con la venia del autor.
            Durante los últimos cinco años, desde el 2014, hemos publicado en diferentes medios impresos y plataformas digitales. A través de concursos, convocatorias, becas, estímulos, selecciones en antologías y de manera individual, cada miembro de los casi treinta que acuden de manera constante a la Casa del Diezmo en Celaya (más de seiscientos en la red Facebook), hemos difundido nuestros textos con la esperanza de contribuir al gusto por la lectura en nuestra ciudad y estado de Guanajuato.

            Leer debe ser un acto que produzca alegría, tristeza, desazón, esperanza e incluso miedo. Pero también provocar la sonrisa o la carcajada plena. Nuestro día a día está plagado de anécdotas y episodios comunes que, de tan cotidianos, nos pasan desapercibidos. Para los escritores que formamos esta colección de cuentos La Risa, remedio casero infalible, las pequeñas historias que parecen tan obvias para muchas personas, no lo son tanto para nosotros. De ahí que decidimos compartirlas con la esperanza de que, al leerlas, sirvan como remedio infalible para dejar por un momento la tristeza o el aburrimiento y pueda el lector soltar la risa franca o una gran sonrisa. La sonrisa de saber que siempre habrá días mejores. O que, al menos, a otras personas les va peor.

Julio Edgar Méndez
2019




AUTORES DEL LIBRO
LA RISA, REMEDIO CASERO INFALIBLE

Diana Alejandra Aboytes Martínez, CURIOSIDAD PEREGRINA
Carlos Javier Aguirre Valderrama, LA NIÑA DEL PUJO
Jessica Escobedo Méndez, CUANDO VUELVA A NACER
Georgina Gómez Chavarín, PENITENCIA
Manuel González, LA BODA DE SEGUNDO GRADO
Arturo Grimaldo Méndez, FELICES LOS CUATRO
Laura Margarita Medina, EL FESTEJO
Julio Edgar Méndez, LA SEÑORA LÓPEZ
Javier Alejandro Mendoza González, APRENDIZ DE POETA
Juan Miguel Ramírez Casillas, EL FACTOR QLDPC
Patricia Ruiz Hernández, RESPETO A LA MÉTRICA
Verónica Salazar García, LA LLAVE
Enrique R. Soriano Valencia, SOPITA DE CARACOL
Rosaura Tamayo Ochoa, DELITO EN LA ROPA

Soco Uribe, ¡BENDITA MEMORIA!



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